Incendios en Xàbia en un cableado eléctrico exterior
XÀBIA – A la hora de la siesta, cuando el sopor del Mediterráneo adormece incluso al más inquieto, el estruendo de un chisporroteo levantó de golpe la tranquilidad de la calle Triana. Una columna de humo, mezcla de plástico quemado y alarma vecinal, comenzó a reptar por la parte trasera de un conocido hotel del puerto. El motivo: el cableado eléctrico exterior, envejecido y oculto tras una regleta plástica, se convirtió en una trampa de fuego.
Una intervención rápida, una amenaza evitada
Los primeros en llegar fueron los agentes de la Policía Local. Ni bomberos ni técnicos aún en el lugar, pero con la determinación que da el uniforme y el entrenamiento, sacaron los extintores de sus patrullas. Y aquí, como si de un manual de seguridad se tratase, entró en juego un dispositivo que pocas veces recibe protagonismo: el extintor co2. Este tipo de extintor, a diferencia de los de polvo o agua, no deja residuos y es ideal para fuegos eléctricos. Su eficacia reside en que el dióxido de carbono desplaza el oxígeno y corta la reacción química del fuego, todo sin dañar equipos ni circuitos. En situaciones como la de ayer en Xàbia, el CO2 no solo apaga, protege.
¿Por qué fue clave un extintor CO2 5 kg en Xàbia?
Los testigos aseguran que las llamas amenazaban con alcanzar el tejaroz y la puerta trasera de madera. En cuestión de segundos, aquello podía haberse convertido en una tragedia mayor. El modelo de extintor utilizado por los agentes era un extintor co2 5 kg, el cual cuenta con suficiente capacidad para combatir fuegos de clase E, los relacionados con instalaciones eléctricas activas.
La elección no fue casual. Este modelo es portátil, manejable y efectivo en fuegos iniciales, como el que se produjo en la parte trasera del establecimiento. Su uso adecuado fue decisivo para evitar daños estructurales mayores y la propagación hacia otras edificaciones.
¿Qué tipo de extintor es el adecuado para un fuego eléctrico?
No todos los fuegos son iguales. Y no todos los extintores sirven para todo tipo de incendio. Los fuegos eléctricos, como el ocurrido en Xàbia, requieren extintores que no conduzcan la electricidad ni deterioren equipos electrónicos. Por ello, el extintor CO2 es la opción recomendada por normativas europeas y especialistas en seguridad contra incendios.
A diferencia del agua o el polvo, el CO2 no moja, no corroe, no ensucia. Es perfecto para oficinas, salas de servidores, tableros eléctricos y cualquier espacio donde conviva lo eléctrico con lo humano. Y, en espacios públicos como el puerto de Xàbia, donde confluyen negocios, viviendas y tránsito turístico, su presencia se vuelve una necesidad básica.
Después del susto: oscuridad y revisión técnica
Tras el apagado de las llamas, la calle Triana se sumió en la penumbra. La compañía eléctrica tuvo que cortar el suministro para revisar daños, sustituir cables y verificar que no quedaran focos de calor residuales. Los bomberos inspeccionaron la estructura y confirmaron que, gracias a la rápida intervención policial, el incidente quedó en una anécdota con olor a humo.
Pero la mancha negra que quedó en la pared trasera del hotel, mezcla de hollín y alerta, permanece como testigo mudo de lo que pudo ser.
Prevención y mantenimiento: las claves olvidadas
Este episodio no debe quedar en el olvido. Es un recordatorio urgente para propietarios de inmuebles, comunidades de vecinos y negocios. La revisión periódica del cableado, especialmente el que se encuentra en exteriores o zonas de difícil acceso, es una obligación legal y ética.
Asimismo, la presencia y mantenimiento de extintores adecuados, como el extintor CO2 5 kg, puede marcar la diferencia entre un susto y una tragedia. En muchos edificios, los extintores están caducados, descargados o mal ubicados. En el caso de ayer, la formación de los agentes y la disponibilidad del extintor correcto salvaron una situación crítica.
El CO2: un aliado silencioso pero vital
Mientras muchos prefieren los extintores de polvo por su bajo coste o disponibilidad, el extintor de CO2 es imprescindible en entornos eléctricos. Desde hoteles hasta comercios, pasando por oficinas, centros de salud o edificios públicos, su presencia debe estar asegurada.
El CO2 no solo apaga sin dejar huella, sino que evita cortocircuitos y protege equipos caros o delicados. Y en espacios como Xàbia, donde la humedad y el salitre pueden afectar el cableado exterior, su uso se convierte en un estándar de seguridad mínimo.
Una lección desde el puerto
El incendio del cableado en el puerto de Xàbia fue más que un incidente local. Fue una llamada de atención. Una clase práctica de protección contra incendios eléctricos. Un ejemplo claro de cómo una correcta combinación de entrenamiento, medios y reacción puede evitar el desastre.
El humo se disipó, la luz volvió y la vida en Triana siguió su curso. Pero hoy, más que nunca, urge recordar que el fuego no avisa. Y que en el instante en que se manifiesta, tener un extintor CO2 a mano puede marcar la diferencia entre contar una historia o lamentar una pérdida.
