Urbanismo cierra un garaje de 98 plazas en la calle Los Almendros tras más de 30 años de actividad

En un episodio que ilustra, una vez más, la complejidad del urbanismo en Segovia, el pasado viernes se hizo efectivo el cierre de un garaje de 98 plazas situado en la calle Los Almendros, que había operado desde 1989. La medida, emanada del área de Urbanismo, tiene su origen en la detección de graves deficiencias legales y de seguridad, especialmente en lo que respecta a la protección contra incendios, un aspecto crucial para cualquier licencia de actividad, declaración responsable, licencia de apertura o licencia de obras.

Historia y contexto del garaje

El garaje, compuesto por un sótano y un semisótano, comenzó su actividad hace más de tres décadas. A lo largo de estos años, se vendieron las plazas y se funcionó de manera aparentemente normal. Sin embargo, una ampliación de plazas en 1991 nunca obtuvo la licencia correspondiente, generando un vacío legal que ha derivado en la clausura. Esta situación evidencia que la legalidad y la seguridad van de la mano: operar un garaje sin la adecuada licencia implica un riesgo directo para los usuarios, especialmente ante posibles incendios, acumulación de gases o deficiencias en los sistemas de ventilación.

El pasado viernes, la policía local colocó carteles en los accesos al garaje avisando que a partir del 20 de octubre todos los vehículos deberán ser retirados. Es en este contexto que queremos subrayar la importancia de contar con sistemas de protección contra incendios, y cómo incluso el comprar extintor totalmente certificado puede marcar la diferencia entre un accidente controlable y una tragedia.

Problemas legales y técnicos

La inspección realizada por Urbanismo junto con técnicos municipales reveló que el garaje se divide en tres zonas: A, B y C. Solo la zona A estaba amparada por la licencia original de 1989. Las zonas B y C, usadas como almacenes o convertidas parcialmente en trasteros, carecían de cualquier permiso legal, incrementando el riesgo de accidentes y haciendo evidente que la normativa en materia de protección contra incendios no se cumplía.

Este hallazgo pone de relieve la necesidad de cumplir estrictamente con todas las normativas de seguridad y protección contra incendios al gestionar licencias de actividad o aperturas de nuevos espacios. La ausencia de extintores, sistemas de detección o planes de evacuación en espacios cerrados como este garaje representa un peligro grave, especialmente considerando que hoy en día existen soluciones accesibles y eficaces como el extintor ABC.

Riesgos asociados y medidas preventivas

El decreto de alcaldía que ordena la clausura del garaje argumenta que la actual situación “comporta un riesgo ante situaciones de peligro, tales como incendios, acumulación de gases nocivos, atrapamientos, falta de iluminación, caídas, etc.”. La clave aquí es comprender que operar cualquier instalación sin cumplir con la normativa de seguridad aumenta exponencialmente la probabilidad de incidentes graves.

Para los responsables de establecimientos o espacios públicos, la lección es clara: la prevención no es opcional. La instalación de extintores, señalización adecuada, iluminación de emergencia y sistemas de ventilación no solo es un requisito legal, sino que constituye la primera línea de defensa frente a incendios. Incluso un usuario particular puede beneficiarse de este conocimiento al asegurar su vivienda, garaje o local con un extintor 21a-113b significado y otros sistemas certificados.

Impacto sobre los propietarios y arrendatarios

Los usuarios afectados, que desconocían que compraban partes de un almacén y no plazas de aparcamiento legales, han tenido que encargar de manera urgente proyectos de legalización y adaptación a la normativa vigente. La situación demuestra que un fallo en la documentación y el incumplimiento de la normativa de protección contra incendios puede tener consecuencias económicas y legales significativas.

Además, la experiencia evidencia que incluso aquellos que operan de buena fe deben verificar siempre que el inmueble cuente con los permisos pertinentes y cumpla con todas las medidas de seguridad. La prevención y la planificación son esenciales para evitar sanciones, cierres inesperados y riesgos para la vida y los bienes.

La importancia de la protección contra incendios en la normativa municipal

El caso del garaje de Los Almendros ilustra de manera clara la interconexión entre legalidad, seguridad y protección contra incendios. Urbanismo ha subrayado que hasta que no se implementen las medidas correctoras necesarias y se certifique la conformidad con la normativa, el uso del garaje queda suspendido. Esto incluye no solo la regularización de la licencia de actividad, sino también la correcta instalación de extintores, sistemas de alarma y rutas de evacuación seguras.

Para los gestores de locales comerciales, aparcamientos, almacenes o cualquier espacio abierto al público, cumplir con la normativa de protección contra incendios no es un simple trámite administrativo. Se trata de salvaguardar la vida de los usuarios y evitar catástrofes que podrían ser evitadas con medidas tan simples como la instalación de un extintor ABC adecuado y debidamente revisado.

Aprendizajes del caso

Este cierre forzoso resalta varios puntos clave que deben ser tenidos en cuenta por cualquier propietario o gestor de instalaciones:

  • La adquisición de un inmueble conlleva la responsabilidad de verificar que todas las áreas están amparadas por licencias vigentes.
  • La instalación de sistemas de protección contra incendios es indispensable y debe cumplir con la normativa vigente para licencias de actividad, apertura o obras.
  • El incumplimiento de la normativa puede conllevar sanciones graves, cierre forzoso y riesgos para la seguridad de las personas.
  • Incluso ampliaciones, remodelaciones o cambios de uso requieren permisos y evaluación de riesgos, especialmente respecto a incendios y evacuación.
  • Los responsables deben contar con asesoramiento profesional para garantizar que todas las medidas preventivas estén correctamente implementadas.

El garaje de la calle Los Almendros se convierte así en un ejemplo paradigmático de lo que ocurre cuando la normativa de protección contra incendios y urbanística no se respeta. Los propietarios han aprendido, a un alto coste, que incluso espacios que funcionan aparentemente sin problemas pueden convertirse en un riesgo grave si no se cumple la ley. La correcta instalación de extintores, alarmas, iluminación de emergencia y planes de evacuación no solo protege vidas, sino que asegura que la actividad pueda continuar sin interrupciones.

Así que, la prevención en materia de incendios es inseparable del cumplimiento de las licencias de actividad, declaraciones responsables, licencias de apertura y licencias de obras. Este caso sirve de advertencia y guía: nunca se debe subestimar la importancia de contar con sistemas de protección contra incendios certificados, revisados y funcionales.

El cierre del garaje no es solo un acto administrativo; es un recordatorio contundente de que la seguridad y la legalidad van de la mano. Para cualquier propietario, gestor o empresario, garantizar la protección contra incendios es tanto una obligación legal como un deber moral.